Lo que habíamos comentado antes, otros lo están viendo, como Armando Sámano, uno de los mejores blogueros del país sin duda. Su post no tiene desperdicio y lo copio entero, pero antes me llama la atención en este contexto que López Obrador ahora la pida ayuda a... Calderón??
Tengo la esperanza impresión de que AMLO se está quedando solo. Políticamente hablando, me refiero.
López Obrador está sometido a muchísimo estrés. Hay estudios que indican que, bajo situaciones así, los individuos tienden a comportarse de forma diferente a la que lo hacen sin dichas presiones. Ante esta crisis, AMLO está recurriendo a sus bases, tanto políticas como de forma; sus bases políticas son la gente que él dirige, las "organizaciones sociales" que conforman el voto duro del PRD. Y que no son necesariamente las clases humildes o las clases medias ilustradas, o no todas ellas, sino las que son, tradicionalmente, militantes. Y del lado de la forma, las bases de Andrés Manuel son la movilización social y el apego a sus principios.
Estos movimientos, válidos y legítimos (y mucho menos peligrosos de lo que los medios dicen) son, sin embargo, contrarios a cualquier instinto de supervivencia de cualquier político. Y en el caso del Peje se vuelve particularmente grave porque su adhesión "a prueba de balas" a sus principios lo pone, solito, contra las cuerdas.
En reiteradas ocasiones declaró que no pedían la nulidad de la elección sino el recuento de votos. Con dicha declaración, sus seguidores, en un chispazo de creatividad electrizante, acuñaron el "voto por voto, casilla por casilla", que ha predominado en las marchas y que ha servido como justificación moral (me debo un post explicando que lo que más repelente encuentro en AMLO es su relación con la "moral") de todo el movimiento que han realizado.
Pero resulta que en el juicio presentado ante el Tribunal Electoral del PJF, en la segunda página, donde se resume el contenido de todo el documento, dice el equipo legal del Peje:
También ha dicho, en entrevistas con periodistas que no pueden ser tachados de calderonistas o panistas como Carmen Aristegui o Miguel Ángel Granados Chapa, que si un hipotético recuento voto por voto no le favorece, él seguirá pensando que él ganó la elección. Independientemente de que ya declaré mi incapacidad de comprenderlo, creo que esa declaración es incomprensible para cualquiera que no sea un seguidor fanático de AMLO.
Y como cereza de ese pastel, estuvieron sus declaraciones de ayer con Carlos Loret de Mola, diciendo que no condenaba el grito que unos weyes le pegaron a Calderón en la calle ayer (grito que, en lo personal, no encuentro taaaan grave). Si bien es cierto que AMLO tiene razón en lo íntimo, en lo personal, en no considerar ese evento grave, el mínimo tacto político debería decirle que tampoco debió "aprobarlo tacitamente". Y tan grave fue el error, que hoy Alejandro Encinas por una parte y elárea de Comunicación Social del PRD editorial de la Jornada por la otra, tuvieron que condenar el hecho de forma explícita y hasta enérgica.
Por último, recomiendo nuevamente a Raymundo Riva Palacio hoy en El Universal, que explica el contenido de la demanda del PRD ante el TEPJF y da señales de que la sentencia tiene muchas posibilidades de no serle favorable a AMLO, justamente por las razones que ha dado en la misma demanda, de cómo se condujeron las campañas.
(Este post se enorgullece de haber sido fabricado únicamente con fuentes perredistas, filoperredistas y/o, a lo más, reconocidamente neutrales y objetivas, para inri de los orgullosos partidarios amarillos)
López Obrador está sometido a muchísimo estrés. Hay estudios que indican que, bajo situaciones así, los individuos tienden a comportarse de forma diferente a la que lo hacen sin dichas presiones. Ante esta crisis, AMLO está recurriendo a sus bases, tanto políticas como de forma; sus bases políticas son la gente que él dirige, las "organizaciones sociales" que conforman el voto duro del PRD. Y que no son necesariamente las clases humildes o las clases medias ilustradas, o no todas ellas, sino las que son, tradicionalmente, militantes. Y del lado de la forma, las bases de Andrés Manuel son la movilización social y el apego a sus principios.
Estos movimientos, válidos y legítimos (y mucho menos peligrosos de lo que los medios dicen) son, sin embargo, contrarios a cualquier instinto de supervivencia de cualquier político. Y en el caso del Peje se vuelve particularmente grave porque su adhesión "a prueba de balas" a sus principios lo pone, solito, contra las cuerdas.
En reiteradas ocasiones declaró que no pedían la nulidad de la elección sino el recuento de votos. Con dicha declaración, sus seguidores, en un chispazo de creatividad electrizante, acuñaron el "voto por voto, casilla por casilla", que ha predominado en las marchas y que ha servido como justificación moral (me debo un post explicando que lo que más repelente encuentro en AMLO es su relación con la "moral") de todo el movimiento que han realizado.
Pero resulta que en el juicio presentado ante el Tribunal Electoral del PJF, en la segunda página, donde se resume el contenido de todo el documento, dice el equipo legal del Peje:
ACTO IMPUGNADO.- Los resultados consignados en el Acta de Cómputo Distrital de la elección de Presidente de los Estados Unidos Mexicanos, por nulidad de la votación recibida en varias casillas, por error aritmético y en razón de que los resultados que en ella se consignan no son reflejo de la voluntad popular mayoritaria de los ciudadanos mexicanos, pues a lo largo del proceso electoral se violaron, de manera grave, los principios rectores de certeza, legalidad, independencia, imparcialidad y objetividad, el principio constitucional de equidad y, por tanto, los postulados constitucionales de elecciones libres, auténticas y periódicas y, por ende, no es factible que la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación realice la declaración de validez de la elección, ni la declaratoria de Presidente electo.
También ha dicho, en entrevistas con periodistas que no pueden ser tachados de calderonistas o panistas como Carmen Aristegui o Miguel Ángel Granados Chapa, que si un hipotético recuento voto por voto no le favorece, él seguirá pensando que él ganó la elección. Independientemente de que ya declaré mi incapacidad de comprenderlo, creo que esa declaración es incomprensible para cualquiera que no sea un seguidor fanático de AMLO.
Y como cereza de ese pastel, estuvieron sus declaraciones de ayer con Carlos Loret de Mola, diciendo que no condenaba el grito que unos weyes le pegaron a Calderón en la calle ayer (grito que, en lo personal, no encuentro taaaan grave). Si bien es cierto que AMLO tiene razón en lo íntimo, en lo personal, en no considerar ese evento grave, el mínimo tacto político debería decirle que tampoco debió "aprobarlo tacitamente". Y tan grave fue el error, que hoy Alejandro Encinas por una parte y el
Por último, recomiendo nuevamente a Raymundo Riva Palacio hoy en El Universal, que explica el contenido de la demanda del PRD ante el TEPJF y da señales de que la sentencia tiene muchas posibilidades de no serle favorable a AMLO, justamente por las razones que ha dado en la misma demanda, de cómo se condujeron las campañas.
(Este post se enorgullece de haber sido fabricado únicamente con fuentes perredistas, filoperredistas y/o, a lo más, reconocidamente neutrales y objetivas, para inri de los orgullosos partidarios amarillos)
4 comentarios:
Muy bueno tu blog, muy informado y actual de repente es bueno encontrar un blog con esas caracteristicas felicidades.
Gracias Alfredo, este... me dejas sin palabras, gracias de verdad
Hay muestras de que el propio equipo de López Obrador considera que perdieron las elecciones. Véase el artículo escrito en Milenio diario por Arreola (titulado "Felicidades Pablo, felicidades Pepe"), el jueves pasado, en el que esencialmente dice que Pablo Hiriart y José Carreño les ganaron la partida logrando que "casi todos los periodistas, locutores, intelectuales y académicos que opinan en los medios", manifiesten que consideran que "López Obrador es un político partidario de la violencia y con vocación de desestabilizador".
No sé si Pablo y Pepe les ganaron la partida, pero de que se las ganaron no hay duda. Pienso que quien se las ganó fue López Obrador.
Saludos Alfredo.
OTRO PENDEJO QUE NO CONECTA EL CEREBRO CON LA LENGUA, EL QUE SE ESTA QUEDANDO SOLO ES FELIFE, HABER PEDAZO DE MIERDA PORQUE NO QUIERE QUE SE CUENTE VOTO X VOTO,
JAJAJAJAJA
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