"...los grupos que cuentan con mayores recursos políticos y económicos suelen salirse con la suya, al tiempo en que los sectores desorganizados y alejados de los circuitos de poder quedan condenados a la derrota.
En el tema fiscal, esta distinción es idéntica a la que se puede hacer entre los productores de la riqueza y los consumidores de bienes y servicios. Los primeros siempre estarán mejor organizados y contarán con mayores herramientas económicas para presionar políticamente a las autoridades, en comparación con los segundos.
No se trata de un asunto de eficiencia económica, sino de una cuestión clásica de economía política. Si sólo los productores de la riqueza (empresarios, financieros, inversionistas) cuentan con acceso a las negociaciones, lo más probable es que la reforma hacendaria que se produzca termine beneficiándoles únicamente a ellos.
En sentido inverso, porque los consumidores no tienen entrada a la discusión - tal y como ha sido el caso a lo largo de la historia fiscal de los últimos treinta años en nuestro país- la mayor carga tributaria terminará recayendo sobre sus espaldas.
Para clarificar esta cuestión basta con revisar las siguientes cifras proporcionadas por el ITAM: en la actualidad, de cada 10 pesos que aportan los contribuyentes privados al gasto federal, seis pesos provienen de los asalariados, tres pesos con 70 centavos de las personas físicas (profesionistas liberales, comerciantes por cuenta propia) y sólo 30 centavos de las personas morales (las empresas).
Valga subrayar el hecho: en materia de impuestos directos (ISR), los capitales grandes y medianos de la órbita privada sólo están aportando 30 centavos de cada 10 pesos recaudados. Nada indica que en la nueva propuesta fiscal este hecho vaya a cambiar. Si los grupos de interés vinculados a la empresa consiguen lo que siempre han obtenido, los regímenes de excepción y el sistema de consolidación que hoy les benefician, permanecerán intocados...."
Y luego se preguntan que por qué Carlos Slim es el segundo hombre más rico del planeta...
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