Aprovechando todo el barullo que tiene el caso Lidia Cacho que ahora se debate en la Suprema Corte de Justicia, vale recordar otro elemento: el poder de la transparencia. Todo se está televisando a través del Canal Judicial. Pero desgraciadamente no sucede así con otros tribunales, que son templos de la opacidad. Como no es posible poner cámaras en todos... ¿porqué no abrirlos a la sociedad en los procedimientos? ¿porqué los juicios deben ser cerrados? Eso es lo que buscan los juicios orales: certeza, transparencia y mayor agilidad en el proceso, que generalmente son lentos y tortuosos...
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