El fin de semana pasado fuí a un congreso organizado por Courage y Exodus, dos organizaciones religiosas (una católica y la otra evangélica) que trabajan por supuestamente "curar" a personas que son homosexuales. Interesante, por decir lo menos, de como católicos y evangélicos se unieron por una causa, que no es ni atender a los niños de la calle o los que tienen sida. No, su urgencia prioritaria es curar a los pobres gays. El congreso, titulado eufemisticamente "Comprendiendo la Homosexualidad", también fue respaldado por una asociación supuestamente científicamente llamada AMESI, es decir la Asociación Mexicana por la Educación Sexual Integral, pero que más bien es como el brazo seudo científico de psicólogos cercanos a la derecha religiosa. Todas estas agrupaciones se unieron en la Alianza Renacer, dedicada a "curar" a la gente homosexual de su supuesto problema. Todo el evento, de tres días de duración, fue sobre cómo curar a los pobres gays. Patético, como se trata pintar al fanatismo con fachada científica. Hablaban de que la terapia puede curar la homosexualidad, cuando ya desde hace años la OMS ha declarado que ésta no es una enfermedad, arriesgandose a caer en el delito de fraude médico. Casualmente muchos de los asistentes (como 200, en un salón del Sheraton Alameda. Me pregunto si el Sheraton aceptaría tener congresos antisemitas o racistas...) iban de escuelas de la Legión de Cristo... Lo peor de todo es que el evento era una mezcla sin sentido de religión fanática (una mujer supuestamente curada decía que Dios le hablaba, y yo pensaba que era un interesante giro argumentativo, pero cuando lo repitió varias veces ví que lo decía en serio. Esa mujer no estaba enferma de homosexualidad, sino que está enferma de esquizofrenia) y seudociencia. Todo avalado por el prejuicio y la ignorancia, porque obviamente, no se invitó a nadie de las universidades que hacen estudios de género serios, como El Colegio de México o la UNAM.
Y al final los más afectados son los jóvenes que creen que están enfermos y que irán con psicólogos patito, que solo les provocarán más problemas. Lo que aún no acabo de entender es como usan a Jesús para legitimar el discurso de odio (bueno es que para ellos no era de odio, sino de salvación, claro: yo bueno te salvó a tí enfermo del pecado). Me recordó este vídeo, donde un jóven (bien documentado) pregunta al obispo anglicano de Sidney porque su iglesia (y todas se puede decir) edita la aplicación de lo escrito en la Biblia, especialmente en el libro de Levítico, escrito hace más de dos mil años. Porque la iglesia basa mucha de su acción homofobica en Levítico 22, que dice que un hombre no debe acostarse con otro hombre (no afirma nada sobre lesbianas), pero en Levítico 9 se dice que hay que dar pena de muerte a quien deshonra su padre y madre. Si este fuera el caso muchos sacerdotes pederastas ya estarían muertos... A lo que fueron a preguntarle al obispo qué partes de la Biblia hay que creer y obedecer todavía y cuáles no, y porqué, y como ejemplo ponen Exodo 21, donde se dice que hay que dar muerte a quienes trabajan el sábado, o Levítico 21, donde se dice que quienes no pueden ver bien no pueden comulgar... Vale decir que el obispo no quiso responder, porque además usa lentes.
1 comentario:
Me encanto tu post, es terrible como se utiliza el concepto de normalidad en la salud para estandarizar a las personas.
Un abrazo desde Paraguay.
d16
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