domingo, mayo 25, 2008

Por qué el plan alimentario de Calderón no funcionará


Se ve que el Presidente se puso a trabajar mucho este fin de semana para anunciar hoy domingo su plan de emergencia para la crisis alimentaria. Copio de Reforma en línea:

"Para facilitar el abasto, Calderón anunció la eliminación de aranceles a las importaciones de arroz y maíz blanco y amarillo, la reducción a la mitad en el impuesto a la importación de leche en polvo, y una cuota fija de importación de frijol libre de arancel..."

Si Calderón cree que con quitar aranceles van a llegar más alimentos baratos a México, está muy equivocado por una sencilla razón:
muchos países sencillamente ya no están vendiendo sus excedentes al extranjero, porque prefieren guardarlos para ellos. El error no es de esos países, sino de México, cuyos estupidos economistas decidieron que poco a poco dependiera del extranjero para comer sus alimentos más básicos, como el maíz. Por algo Japón no importa ahora arroz, es algo que se produce en sus propias islas. Se quedarán sin mantequilla, pero no sin arroz. Esta crisis tiene mucho de especulativa, pero tiene una raíz que poco a poco se revela: el fin del petróleo barato, el llamado Peak Oil. El litro de gasolina cuesta ya 10 pesos en Estados Unidos, mientras en México 7 y fracción, pero el precio mexicano es una ilusión: la gasolina, como el diesel y la electricidad doméstica son fuertemente subisidiados, pero el subsidio no podrá ser suficiente cuando el precio real del litro de gasolina llegue a 20, 30 o 40 pesos, que muchos expertos creen algo viable en pocos meses o años. Gasolina más cara es transporte más caro, que son alimentos más caros...

Cada día que pase mostrará poco el cambio brutal de civilización al que estamos entrando. James Howard Kunstler escribe hoy un artículo muy oportuno en el Washington Post:


"The idea that we can become "energy independent" and maintain our current lifestyle is absurd. So is the gas-tax holiday. (Which politician wants to tell voters on Labor Day that the holiday is over?) The pie-in-the-sky plan to turn grain into fuel came to grief, too, when we saw its disruptive effect on global grain prices and the food shortages around the world, even in the United States. In recent weeks, the rice and cooking-oil shelves in my upstate New York supermarket have been stripped clean.

So what are intelligent responses to our predicament? First, we'll have to dramatically reorganize the everyday activities of American life. We'll have to grow our food closer to home, in a manner that will require more human attention. In fact, agriculture needs to return to the center of economic life. We'll have to restore local economic networks -- the very networks that the big-box stores systematically destroyed -- made of fine-grained layers of wholesalers, middlemen and retailers


We'll also have to occupy the landscape differently, in traditional towns, villages and small cities. Our giant metroplexes are not going to make it, and the successful places will be ones that encourage local farming...."


Calderón podrá quitar todos los aranceles de importación de alimentos, podrá subsidiar la gasolina para abaratar su transporte, pero en pocos meses todo esto será futil. El Plan de Emergencia real debe ser otro y debe decir en primer lugar que todos los mexicanos y mexicanas deben ahora hacer algo desde hoy: sembrar hortalizas, arboles frutales en su propio jardín, en los camellones... Mientras menos dependamos del petróleo para comer, y entre más pronto sea, más rápido se salvará este país. De lo contrario ni todas las reformas de Pemex, ni todos los aranceles eliminados o subsidios creados evitaran lo peor.


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