El siempre centrado Tim Russert lo dice tal cual es. Es un momento histórico: si nada extraordinario sucede un hombre negro de 47 años luchará por la presidencia de Estados Unidos con un hombre blanco de 72 años. La que me preocupa es Hillary Clinton: en el pasado mes le prestó a su propia campaña 6.4 millones de dólares. Su campaña no solo sangra, sino que está muerta, y ojalá ella lo acepte más temprano que tarde...
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