miércoles, junio 04, 2008

El legado de Pitágoras



El filósofo griego creía que el universo era más simple de lo que pensamos hoy, pero su modelo es cada día más y más útil, ahora que estamos a punto de echar a andar el anillo del LHC, mayor experimento hecho en la historia humana. El Wall Street Journal habla de la actualidad de Pitágoras.

El experimento que está a punto de hacerse a kilómetros de profundidad en la frontera franco-suiza me emociona, por que enseñará algo muy importante al mundo en estos tiempos de fundamentalismo religioso: la ciencia importa, e importa porque las dudas importan. Dudar nos da libertad. Los animales no dudan, solo actúan por instinto. Nuestra capacidad de raciocinio nos da el colchón de la duda, gracias a la cual hemos sobrevivido calamidades, como enfermedades antes mortales que antes nos diezmaban como moscas. La ciencia es un modo de vida, la ciencia nos enseña a ser libres. Dice Brian Greene (autor de El Universo Elegante) en un reciente artículo en el NYT:

"The reason science really matters runs deeper still. Science is a way of life. Science is a perspective. Science is the process that takes us from confusion to understanding in a manner that’s precise, predictive and reliable — a transformation, for those lucky enough to experience it, that is empowering and emotional. To be able to think through and grasp explanations — for everything from why the sky is blue to how life formed on earth — not because they are declared dogma but rather because they reveal patterns confirmed by experiment and observation, is one of the most precious of human experiences.

As a practicing scientist, I know this from my own work and study. But I also know that you don’t have to be a scientist for science to be transformative. I’ve seen children’s eyes light up as I’ve told them about black holes and the Big Bang. I’ve spoken with high school dropouts who’ve stumbled on popular science books about the human genome project, and then returned to school with newfound purpose. And in that letter from Iraq, the soldier told me how learning about relativity and quantum physics in the dusty and dangerous environs of greater Baghdad kept him going because it revealed a deeper reality of which we’re all a part.


It’s striking that science is still widely viewed as merely a subject one studies in the classroom or an isolated body of largely esoteric knowledge that sometimes shows up in the “real” world in the form of technological or medical advances. In reality, science is a language of hope and inspiration, providing discoveries that fire the imagination and instill a sense of connection to our lives and our world..."


Antes (hace poco menos de un siglo, en general) nuestro apuro era morir antes de los 30 años por enfermedad o hambre. Hoy, gracias a la ciencia somos hoy menos dependientes de los caprichos de la naturaleza, es decir, somos más libres, más humanos. Hoy ya no nos preocupa que la naturaleza nos mate con polio o tigres de Bengala, más nos preocupa que acabemos


Nuestro éxito como especie ahora nos preocupa. Pero eso no es culpa de la ciencia, sino de nosotros. Los fundamentalistas religiosos querrán salvarnos de nuevo. No los escuchen, solo se aprovechan de nuestros miedos humanos. Si fuera por ellos no habría vacunas, y aún moririamos de polion ni habría libros no autorizados por su "eminencia", ni arte ni pensamiento libre. Mejor escuchemos a Pitágoras, que él parece no haberse equivocado demasiado...



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