John Sanchez y Joel Wilsey se casan en West Hollywood Park, en Los Angeles. Foto de Mónica Almeida para el New York Times.
La comunidad latina tendrá que dejar de odiar a sus hijas e hijos gays, y creo que vuendo que llleven vidas como todos, viendo se casan y hasta divorcian, eso servirá de mucho. Lástimaique hay quienes tuvieron que irse de México para gozar de sus derechos humanos, pero no dudo que México tenga que cambiar pronto ante este cambio de conciencias. Copio de Univisión, este reporta de la AP:
Parejas homosexuales latinas están felices por matrimonio gay
17 de Junio de 2008, 04:25PM ET
LOS ANGELES (AP) - Han convivido juntos en las buenas y en las malas durante 5 años. Ahora con un sí, obtendrán el martes un poco de la seguridad institucional que han estado ansiando desde adolescentes, cuando comenzaron a ser rechazados, discriminados y blanco de mofa por ser homosexuales hispanos.
Eric Manríquez y su pareja Juan Rivera se casarán el martes por la noche, cuando comenzaron a ser legales los matrimonios de personas del mismo sexo en California. En la mañana solicitaron un permiso de matrimonio en el ayuntamiento de West Hollywood, donde decenas de homosexuales y lesbianas esperaron en fila desde antes de que abriera la oficina.
"No lo puedo creer. Tengo el permiso en la mano", dijo llorando Rivera, de 42 años, mientras su novio lo besaba tiernamente en la mejilla. "Hemos esperado esto tanto tiempo".
Como muchas parejas heterosexuales mexicanas, ellos se casarán con mariachi, tequila y muchos familiares, incluyendo algunos que vienen de México, dijeron.
Pero aunque sus familias siempre los apoyaron o al menos no les condenaron, ellos han sido discriminados, rechazados y blanco de burlas por gente intolerante, dijeron.
"Es doblemente feo porque también eres latino; tienes discriminación por los dos lados", dijo Manriquez, agregando que vivió en México hasta los 18 años, donde lo insultaban en la secundaria. "Y sí, uno se siente mal".
Manriquez, de 41 años, agregó que su madre no ha querido hablar con él de homosexualismo, pero ahora asistirá a la boda que se realizará en la casa de Christine Chávez, nieta del legendario defensor de los derechos de los trabajadores del campo César Chávez.
"Finalmente puedo ser aceptado como soy, sin problemas", dijo Manriquez.
Cerca de allá, donde un hombre portaba un cartel que rezaba, "Dios es mi padrino de bodas", la mexicana Angeles Domínguez y su novia salvadoreña Yamileth Escobar salían de la oficina municipal acompañados del sacerdote que las casará el domingo en la iglesia donde se conocieron.
"Las cosas están cambiando ahora", dijo Domínguez, de 36 años, mirando con amor a su novia vestida de blanco, igual que ella. "Antes tenías que esconder lo que eras. Es difícil".
Pero el mundo ha sido mejor desde que se conocieron en la Iglesia Metropolitana Comunitaria, dijeron. Escobar, de 35 años, y su pareja viven juntos desde hace tres años y hace un año y medio compraron una casa, agregaron.
"Esperamos tratar de tener hijos, pero si no podemos, siempre podemos adoptar", apuntó Escobar.
Estas experiencias contrastan con las de Mayra Tinoco, de 17 años, y Yuri Gómez, de 19, quienes se casaron inmediatamente después de tramitar su permiso.
Tinoco y Gómez, quien tiene una niña de tres años, Priscila, se conocieron en una clase de historia en secundaria y se graduaron la semana pasada.
Hijas de padres mexicanos, ellas indicaron que tal vez no sufrieron mucho porque nacieron en Estados Unidos y porque sus familias al principio no las aceptaron pero tampoco las condenaron.
"Está mal que se casen porque Dios dice que el matrimonio es entre un hombre y una mujer", dijo Charlie Tinoco, padre de Mayra. "Pero si Dios hizo a todos sus hijos como él quiso, uno tiene que aceptarlos".
Y señalando a un manifestante que portaba un cartel religioso condenando el matrimonio entre personas del mismo sexo, Tinoco puntualizó: "Pero siempre es duro cuando tienes algo así".
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