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Buena publicidad la de Greenpeace en España, pero ocurre el mismo problema en México, y es mucho peor, porque acá las cadenas de hoteles están destruyendo los manglares para poner sus marinas y abrir la playa a sus clientes, a expensas de este delicado ecosistema que protege a la playa de la erosión que ameneza el alza del nivel del mar debido al cambio climático.
Afortunadamente Calderón mandó publicar la ley de vida silvestre que protege a los manglares, pese al intenso cadildeo de quienes desean pagar por destruir el mangle, como la antigua norma - que cambió el ex secretario Alberto Cárdenas de Semarnat en 2004 - lo permitía. Las cadenas hoteleras ahora están presionando a los diputados para que la cambien. Sin manglares las playas mexicanas estarían indefensas ante el cambio climático (subidas del mar, mayores huracanes). Ojalá el Congreso se mantenga firme, pero sino es buena hora de enviarles un sencillo correo electrónico.
Afortunadamente Calderón mandó publicar la ley de vida silvestre que protege a los manglares, pese al intenso cadildeo de quienes desean pagar por destruir el mangle, como la antigua norma - que cambió el ex secretario Alberto Cárdenas de Semarnat en 2004 - lo permitía. Las cadenas hoteleras ahora están presionando a los diputados para que la cambien. Sin manglares las playas mexicanas estarían indefensas ante el cambio climático (subidas del mar, mayores huracanes). Ojalá el Congreso se mantenga firme, pero sino es buena hora de enviarles un sencillo correo electrónico.
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