| Advierten riesgo aéreo |
| La altura proyectada para la Torre Bicentenario obligaría a cambiar la ruta norte de acceso al aeropuerto capitalino, alerta el sindicato de controladores aéreos |
25/07/2007
La construcción de la Torre Bicentenario obligará a modificar las rutas de aproximación al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México en el trayecto norte, informó el Sindicato Nacional de Controladores de Tránsito Aéreo.
Alfredo Covarrubias, vocero de esta organización gremial, explicó que el edificio podría incomodar a los pilotos al tomar la ruta de descenso de aeronaves. "Se tendrán que librar los obstáculos –explicó el controlador de tránsito aéreo–; lo que no sé es si ya tienen la autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC)".
De acuerdo con el proyecto del Gobierno del Distrito Federal, el rascacielos para conmemorar los 200 años de la Independencia, estará a la altura de Periférico y Reforma, a unos metros de la Fuente de Petróleos Mexicanos, que es la referencia para pilotos de aviación para iniciar el descenso de las aeronaves, con un giro a la izquierda para enfilarse a la pista 05 del aeropuerto capitalino.
Por ello, explicó Covarrubias, la DGAC, dependiente de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, deberá también participar en la autorización del proyecto Torre Bicentenario. "Para construir un edificio de ese tamaño y en ese lugar, deben tener la autorización de la autoridad de Aeronáutica, de la DGAC, y de Servicios a la Navegación en el Espacio Aéreo Mexicano (SENEAM).
"Lo que vemos es que no tienen autorización de la delegación, del Instituto Nacional de Bellas Artes; no sabemos si ya tienen los permisos de la DGAC, eso podría tardar un mes, si ya están presentados los planes", comentó Covarrubias.
De manera formal, el proyecto ha sido presentado por el gobierno capitalino a la Dirección General de Aeronáutica Civil, a cargo del capitán piloto Gilberto López Meyer, sin embargo, voceros de la dependencia explicaron que por estar en análisis, aún no pueden pronunciarse al respecto.
Para Covarrubias, la posibilidad de modificar la ruta norte por el rascacielos es muy remota, pues se debe cumplir con el espacio de seguridad de más de mil pies entre un aeronave y una zona urbana. "Tendría que entrar el avión un poco más alto, es prácticamente la parte final, ahí es donde dan la vuelta para quedar enfilados a las pistas.
"Esto limita al controlador en el área terminal a la hora de indicar el giro, sacar el mejor provecho del espacio aéreo se vería limitado, le van reduciendo las herramientas de trabajo al controlador", afirmó.
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