El actual Papa, Benedicto XVI, cuando era prefecto de la congregación para la doctrina de la fe (lo que era antes la Inquisición) encubrió, a través de una carta confidencual que envío en 2001 a los obispos de todo el mundo, investigaciones a sacerdotes acusados de abuso sexual. Le pedía a los obispos que mantuvieran las acusaciones de los fieles lo más secretas posibles. Afirmaba que la iglesia tenía el derecho de mantener las evidencias como confidenciales del ojo público, incluída - claro - la justicia civil.
Hoy la Conferencia Episcopal de Guatemala se moviliza como nunca antes para impedir algo. ¿Que un sacerdote abuse sexualmente de alguien? No, que un sacerdote case a una pareja que se quiere. ¿Cuál sería el problema? Es una pareja gay... (vídeo).
Lástima como olvidan a Jesús y una gran frase de él: quiero amor, no sacrificios... (Mateo 9:13)
Hoy la Conferencia Episcopal de Guatemala se moviliza como nunca antes para impedir algo. ¿Que un sacerdote abuse sexualmente de alguien? No, que un sacerdote case a una pareja que se quiere. ¿Cuál sería el problema? Es una pareja gay... (vídeo).
Lástima como olvidan a Jesús y una gran frase de él: quiero amor, no sacrificios... (Mateo 9:13)
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