1. Debates del Partido Popular (conservador) debaten si obedecerán la ley del nuevo Código Civil que permitirá el matrimonio civil entre personas del mismo sexo.
La frase más desafortunada:
"... la palabras del alcalde de Valladolid, Javier León de la Riva, en el sentido de que no va a casar homosexuales tal y como recomienda el Vaticano, y el apoyo del alcalde de Ávila a éste último por su "hombría", revelan que Mariano Rajoy no es capaz de decir a los suyos que hay que cumplir la ley." ¿Cómo recomienda el Vaticano? ¿No sabrá el alcalde que España es un paí soberano?
La frase más afortunada:
Elda: Más distanciada aún de la postura del partido se encuentra la concejal de Elda Cristina Gomis, del PP, que oficiará el enlace matrimonial de dos homosexuales, uno de ellos militante de Nuevas Generaciones. "No he encontrado rechazo en el PP a que pueda oficiar este matrimonio" entre dos jóvenes de la localidad, relató ayer la concejal, "ya que nos han dejado libertad de conciencia para que cada concejal actúe de acuerdo a sus convicciones, y yo, en este sentido, lo tengo muy claro"....
Aunque oficiará la boda por la amistad que le une con esta pareja de homosexuales, la concejal popular no descartó la posibilidad de casar más personas del mismo sexo si así se lo solicitan."
2. Mientras, ayer inició en México la campaña de radio contra la discriminación por homofobia impulsada por el gobierno federal y Naciones Unidas, algo nunca visto en todo el continente americano creo. La Jornada reporta. Un fragmento:"... Tras dejar en claro que "no existe alguna evidencia científica de que la homosexualidad sea una enfermedad o una desviación que se pueda prevenir o curar", el funcionario hizo hincapié en que tampoco se cuenta con pruebas serias que hayan demostrado que la homosexualidad "se defina o se elija por motivos de inmadurez en las etapas de la infancia y la adolescencia ni que se contagie", como han argumentado agrupaciones conservadoras.
A ellas y a los "grupos religiosos que han establecido una contracampaña", Gilberto Rincón Gallardo, presidente del Conapred, los exhortó, "con el más sincero respeto a sus creencias, a que en esta cuestión respeten también la Constitución y las leyes que nos obligan a todos sin excepción", y acotó que el temor que estas organizaciones tienen respecto a que instituciones públicas estén "promoviendo conductas sexuales específicas que les son incómodas, molestas e incluso pecaminosas no tiene sustento".
Sostuvo que en "un Estado democrático lo que debe protegerse es el derecho de las personas a conducirse de manera autónoma, sin presiones y sin riesgo de violencia, en los terrenos de las creencias y la sexualidad que sólo a ellas atañen. No es posible hacer suya una particular concepción sexual, moral o religiosa". Subrayó que la discriminación por preferencia sexual "viola los derechos y libertades fundamentales de alguien o limita sus oportunidades legítimas, sólo por vivir de acuerdo con una moral sexual que no es la mayoritaria".
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