Y en mucho también trabajando en sentido contrario a lo enseñado por Jesús.
Pero antes lo antecedentes: ayer fuí invitado a la ordenación como diáconos de tres jóvenes en una iglesia de la Ciudad de México. La ordenación como diácono es un paso previo a la ordenación sacerdotal, aunque hay quienes sólo permanecen en ella y son considerados como "hermanos" en comunidades religiosas. Un diácono puede bautizar y dar la comunión, pero no consagrar las hostias. Me dieron el librito del programa y a leerlo fue dramático ver el nivel de negación del Yo Profundo que el ritual ejercería. Más dramático aún observar como jóvenes brillantes rendían su libertad a la iglesia - algo que Jesús nunca le pidió a sus apóstoles - , que a inicios de siglo XXI se ha convertido en una gran estructura de discurso de odio y discriminación a mujeres y no heterosexuales. Pero vayamos por partes...
Estaban ahí los representantes de las congregaciones de los tres jóvenes, y el obispo, que es el responsable de hacer las ordenaciones.
La lectura del evangelio fue hermosa (Juan 15, 9-17). Es donde Jesús dice que su mandamiento es "Aménse unos con otros como yo los he amado".
Después vino la traición a ese mismo mensaje. Se inició el rito de ordenación con la llamada y presentación de los candidatos. Después de la homilía el obispo les informa que si quieren ser diáconos deberán prometer celibato de por vida. Copiaré parte del texto oficial:
"... ya que el celibato será para ustedes un signo y un estímulo de la caridad pastoral y una fuente especial de fecundidad apostólica en el mundo. Movido, pues, por un sincero amor a Cristo y viviendo en una perfecta entrega a él en este estado, se consagran al Señor de una manera nueva y especial. En efecto, por el celibato, se unirán a Cristo más fácilmente con un corazón no dividido, se entregarán con más libertad al servicio de Dios y de los hombres... Este mismo estado de vida será para sus hermanos un constante recordatorio de que Dios debe ser amado sobre todas las cosas y de que hay que servirlo a él en todo y sobre todo. Así pues, yo les pregunto ahora delante de Dios y de la iglesia: ¿En señal de la entrega que haces ustedes mismos a Cristo, el Señor, quieren guardar el celibato por la causa del reino de Dios durante toda su vida, para el servicio de Dios y de los hombres?"
A lo que los candidatos deben contestar: "sí quiero".
Es triste la terrible forma en que se mezclan de forma desordenada nociones como "Cristo" y "Dios" con "iglesia", que NO son lo mismo.
1. Jesús era judío, no era cristiano.
2. Jesús al invitar a sus apostóles en su misión, invitó a hombres casados. Es más, Pedro - la piedra de la iglesia (que para Jesús significaba comunidad y no organización jerárquica de cardenales y Papa) tenía mujer.
3. Los rabinos aún hoy en día ejercen su labor pudiéndose casar y tener familia, sin ningún problema de "corazón no dividido".
4. Hoy en día, muchos sacerdotes anglicanos que han pedido ingreso a la iglesia católica, y que están casados, pueden hacerlo sin problema, y conservando a sus esposas.
5. Es más, si somos más estrictos aún, los sacerdotes entonces deberían hoy ser pescadores y judíos.
6. Y somos más estrictos aún, en Génesis, el libro primero de la Biblia, Dios mismo dice que el ser humano no debe vivir sólo, y por eso crea la primera pareja, para que se acompañen y cuiden.
7. El celibato fue una invención tardía de la iglesia, para concentrar las riquezas materiales producidas por sus sacerdotes (sus ahorros, por que tienen sueldo!) y evitar que los heredaran.
8. Después de todo ésto, el argumento del celibato como voluntad de Jesús - y de Dios mismo - se cae por sí mismo.
Continúa le ceremonia.
Esta frase me perturbó: "¿Quiéren imitar siempre en su vida el ejemplo de Cristo cuyo cuerpo y sangre servirán con sus manos?"
Hay algo que produce disonancia en esa frase en mi mente: el ligar una vida de amor con sacrificio. Así se ha unido por siglos, pero creo que está dejando der ser válido. Y quien lo explica muy bien es un teóloga que admiro mucho, la brasileña Ivone Gebara, en su libro El rostro oculto del mal (Trotta, 2002). Retomo del libro:
"... el sacrificio de uno mismo es también un medio empleado por las religiones e incluso por la cultura para mantener un determinado poder sobre las personas. Este comportamiento es casi tan antiguo como la humanidad [como la esclavitud misma, que por ser antigua no quiere decir que fuera buena]. En esta perspectiva, el sacrificio en diferentes formas ha sido siempre utilizado como una especie de "moneda de cambio" para obtener algo..."
"... retomando la tradición paulina [de San Pablo] , algunas corrientes espirituales hicieron hincapié en el hecho de que nuestro sufrimiento se suma al sufrimiento de Cristo. Este camino espiritual... ha tenido muchas consecuencias en la vida de las personas y de las comunidades [desde neurosis como en los numerarios del Opus Dei o la falta de libertad epistemológica en la Legión de Cristo a las persecuciones de quienes piensan diferente que el Papa]....
... En la actualidad algunas corrientes teológicas nuevas, en especial las corrientes feministas, tratan de desalojar el sacrificio de este puesto central que ha venido ocupando. Esto representa un camino de salvación, no sólo para las mujeres, sino para los marginados de la historia, para aquellos y aquellas que tienen que cargar sobre sus hombros con un fardo tan pesado de sufrimientos y desprecio.
Desde esta perspectiva insistimos en que el centro de la vida de Jesús no fue el sacrificio ni el sufrimiento, sino sus obras de justicia, las relaciones de misericordia y solidaridad que estableció entre las personas. El centro de la vida de Jesús fue el combate al mal en sus diferentes manifestaciones. Pero, posteriormente, se desplazó el acento: de la lucha por el advenimiento de la justicia en la historia, se pasó al sacrificio con vistas a una salvación eterna [no importaba la justicia aquí, sino en el cielo]. Esta teoría vino a reforzar un esquema de dependencia y también una concepción del dolor, del sufrimiento y del martirio como valores... La ideología del sacrificio engendra el miedo [no el amor]..."
Y ver a la alegría, al gozo y a la congruencia en vida como antivalores. Ya no es necesaria más sangre ni carne, ni simbólicamente si quiera. Son necesarios más besos, más abrazos, más Te Amo y Te quieros.
Prosigue el obispo en la ceremonia: "¿Prometes a tu ordinario [al superior] obediencia y respeto?" El candidato debe contestar "sí, prometo."
Afirma Gebara: "Desde el punto de vista religioso, el vivir en el sacrificio es vivir en obediencia a la voluntad del Padre..." Que en este caso, el obispo, y con él la jerarquía, afirma personificar.... Y si el "ordinario" manda discriminar a las mujeres y los gays, claro afirma que es "palabra de Dios" que los ahora Ordenados deben obedecer. Si dice que el condón es malo, igual, Dios opina lo mismo. Los jóvenes diáconos creen que van a seguir a Jesús, cuando van a seguir al odio de un grupo de hombres, un odio estructural que también hará que ellos perpetúen el odio a su vez - como un hijo de padre golpeador casi siempre golpea a su vez a sus hijos.
El mismo Juan Pablo, al que citamos en mi post anterior con admiración por una frase anterior a su papado, cayó en ese mismo patrón de Dominación y sumisión. Y no sólo con los Ordenados, sino con los mismos laicos, el pueblo de Dios. El hizo claro saber quepara él la libertad de conciencia individual no sería un argumento válido para que los fieles no siguieran lo que dijera la jerarquía de la iglesia. "La oposición a los pastores de la iglesia, no puede ser vista como una expresión legítima de libertad cristiana. Está prohíbido - para cualquiera y en todo caso - el violar estos preceptos." Eso se llama simplemente fascismo, que no viene de Dios, sino de la jerarquía de la iglesia universal.
"Estoy convencida de que esta situación de injusticia no sólo exige unas formas distintas de organización económica, social y cultural, sino también una reflexión teológica seria, si es que queremos transformar radicalmente esta imagen de Dios que, en cierto modo, exige el sufrimieno como satisfacción del precio de la felicidad, que exige renuncia, sin alimentar la fuente del placer en la vida", afirma Gebara.
Fue muy triste ver tanto miedo al amor, y tanto apego al miedo ayer. Obedecer al miedo nunca llevará a Jesús, y si llevará a muchos al infierno. Y el infierno no es mundo de fuego, sino un mundo sin amor.
Pero antes lo antecedentes: ayer fuí invitado a la ordenación como diáconos de tres jóvenes en una iglesia de la Ciudad de México. La ordenación como diácono es un paso previo a la ordenación sacerdotal, aunque hay quienes sólo permanecen en ella y son considerados como "hermanos" en comunidades religiosas. Un diácono puede bautizar y dar la comunión, pero no consagrar las hostias. Me dieron el librito del programa y a leerlo fue dramático ver el nivel de negación del Yo Profundo que el ritual ejercería. Más dramático aún observar como jóvenes brillantes rendían su libertad a la iglesia - algo que Jesús nunca le pidió a sus apóstoles - , que a inicios de siglo XXI se ha convertido en una gran estructura de discurso de odio y discriminación a mujeres y no heterosexuales. Pero vayamos por partes...
Estaban ahí los representantes de las congregaciones de los tres jóvenes, y el obispo, que es el responsable de hacer las ordenaciones.
La lectura del evangelio fue hermosa (Juan 15, 9-17). Es donde Jesús dice que su mandamiento es "Aménse unos con otros como yo los he amado".
Después vino la traición a ese mismo mensaje. Se inició el rito de ordenación con la llamada y presentación de los candidatos. Después de la homilía el obispo les informa que si quieren ser diáconos deberán prometer celibato de por vida. Copiaré parte del texto oficial:
"... ya que el celibato será para ustedes un signo y un estímulo de la caridad pastoral y una fuente especial de fecundidad apostólica en el mundo. Movido, pues, por un sincero amor a Cristo y viviendo en una perfecta entrega a él en este estado, se consagran al Señor de una manera nueva y especial. En efecto, por el celibato, se unirán a Cristo más fácilmente con un corazón no dividido, se entregarán con más libertad al servicio de Dios y de los hombres... Este mismo estado de vida será para sus hermanos un constante recordatorio de que Dios debe ser amado sobre todas las cosas y de que hay que servirlo a él en todo y sobre todo. Así pues, yo les pregunto ahora delante de Dios y de la iglesia: ¿En señal de la entrega que haces ustedes mismos a Cristo, el Señor, quieren guardar el celibato por la causa del reino de Dios durante toda su vida, para el servicio de Dios y de los hombres?"
A lo que los candidatos deben contestar: "sí quiero".
Es triste la terrible forma en que se mezclan de forma desordenada nociones como "Cristo" y "Dios" con "iglesia", que NO son lo mismo.
1. Jesús era judío, no era cristiano.
2. Jesús al invitar a sus apostóles en su misión, invitó a hombres casados. Es más, Pedro - la piedra de la iglesia (que para Jesús significaba comunidad y no organización jerárquica de cardenales y Papa) tenía mujer.
3. Los rabinos aún hoy en día ejercen su labor pudiéndose casar y tener familia, sin ningún problema de "corazón no dividido".
4. Hoy en día, muchos sacerdotes anglicanos que han pedido ingreso a la iglesia católica, y que están casados, pueden hacerlo sin problema, y conservando a sus esposas.
5. Es más, si somos más estrictos aún, los sacerdotes entonces deberían hoy ser pescadores y judíos.
6. Y somos más estrictos aún, en Génesis, el libro primero de la Biblia, Dios mismo dice que el ser humano no debe vivir sólo, y por eso crea la primera pareja, para que se acompañen y cuiden.
7. El celibato fue una invención tardía de la iglesia, para concentrar las riquezas materiales producidas por sus sacerdotes (sus ahorros, por que tienen sueldo!) y evitar que los heredaran.
8. Después de todo ésto, el argumento del celibato como voluntad de Jesús - y de Dios mismo - se cae por sí mismo.
Continúa le ceremonia.
Esta frase me perturbó: "¿Quiéren imitar siempre en su vida el ejemplo de Cristo cuyo cuerpo y sangre servirán con sus manos?"
Hay algo que produce disonancia en esa frase en mi mente: el ligar una vida de amor con sacrificio. Así se ha unido por siglos, pero creo que está dejando der ser válido. Y quien lo explica muy bien es un teóloga que admiro mucho, la brasileña Ivone Gebara, en su libro El rostro oculto del mal (Trotta, 2002). Retomo del libro:
"... el sacrificio de uno mismo es también un medio empleado por las religiones e incluso por la cultura para mantener un determinado poder sobre las personas. Este comportamiento es casi tan antiguo como la humanidad [como la esclavitud misma, que por ser antigua no quiere decir que fuera buena]. En esta perspectiva, el sacrificio en diferentes formas ha sido siempre utilizado como una especie de "moneda de cambio" para obtener algo..."
"... retomando la tradición paulina [de San Pablo] , algunas corrientes espirituales hicieron hincapié en el hecho de que nuestro sufrimiento se suma al sufrimiento de Cristo. Este camino espiritual... ha tenido muchas consecuencias en la vida de las personas y de las comunidades [desde neurosis como en los numerarios del Opus Dei o la falta de libertad epistemológica en la Legión de Cristo a las persecuciones de quienes piensan diferente que el Papa]....
... En la actualidad algunas corrientes teológicas nuevas, en especial las corrientes feministas, tratan de desalojar el sacrificio de este puesto central que ha venido ocupando. Esto representa un camino de salvación, no sólo para las mujeres, sino para los marginados de la historia, para aquellos y aquellas que tienen que cargar sobre sus hombros con un fardo tan pesado de sufrimientos y desprecio.
Desde esta perspectiva insistimos en que el centro de la vida de Jesús no fue el sacrificio ni el sufrimiento, sino sus obras de justicia, las relaciones de misericordia y solidaridad que estableció entre las personas. El centro de la vida de Jesús fue el combate al mal en sus diferentes manifestaciones. Pero, posteriormente, se desplazó el acento: de la lucha por el advenimiento de la justicia en la historia, se pasó al sacrificio con vistas a una salvación eterna [no importaba la justicia aquí, sino en el cielo]. Esta teoría vino a reforzar un esquema de dependencia y también una concepción del dolor, del sufrimiento y del martirio como valores... La ideología del sacrificio engendra el miedo [no el amor]..."
Y ver a la alegría, al gozo y a la congruencia en vida como antivalores. Ya no es necesaria más sangre ni carne, ni simbólicamente si quiera. Son necesarios más besos, más abrazos, más Te Amo y Te quieros.
Prosigue el obispo en la ceremonia: "¿Prometes a tu ordinario [al superior] obediencia y respeto?" El candidato debe contestar "sí, prometo."
Afirma Gebara: "Desde el punto de vista religioso, el vivir en el sacrificio es vivir en obediencia a la voluntad del Padre..." Que en este caso, el obispo, y con él la jerarquía, afirma personificar.... Y si el "ordinario" manda discriminar a las mujeres y los gays, claro afirma que es "palabra de Dios" que los ahora Ordenados deben obedecer. Si dice que el condón es malo, igual, Dios opina lo mismo. Los jóvenes diáconos creen que van a seguir a Jesús, cuando van a seguir al odio de un grupo de hombres, un odio estructural que también hará que ellos perpetúen el odio a su vez - como un hijo de padre golpeador casi siempre golpea a su vez a sus hijos.
El mismo Juan Pablo, al que citamos en mi post anterior con admiración por una frase anterior a su papado, cayó en ese mismo patrón de Dominación y sumisión. Y no sólo con los Ordenados, sino con los mismos laicos, el pueblo de Dios. El hizo claro saber quepara él la libertad de conciencia individual no sería un argumento válido para que los fieles no siguieran lo que dijera la jerarquía de la iglesia. "La oposición a los pastores de la iglesia, no puede ser vista como una expresión legítima de libertad cristiana. Está prohíbido - para cualquiera y en todo caso - el violar estos preceptos." Eso se llama simplemente fascismo, que no viene de Dios, sino de la jerarquía de la iglesia universal.
"Estoy convencida de que esta situación de injusticia no sólo exige unas formas distintas de organización económica, social y cultural, sino también una reflexión teológica seria, si es que queremos transformar radicalmente esta imagen de Dios que, en cierto modo, exige el sufrimieno como satisfacción del precio de la felicidad, que exige renuncia, sin alimentar la fuente del placer en la vida", afirma Gebara.
Fue muy triste ver tanto miedo al amor, y tanto apego al miedo ayer. Obedecer al miedo nunca llevará a Jesús, y si llevará a muchos al infierno. Y el infierno no es mundo de fuego, sino un mundo sin amor.
5 comentarios:
Hermano què pena que no entiendas la verdadera dimensiòn de la entrega total del yo en la Iglesia catòlica , se ve que no has leìdo nada del magisterio de la Iglesia, y lo que Cristo quiso de SU Iglesia
Tiene que aprender a ser realmente catòlico.
Pues es la iglesia que realmen te viene de Dios
Tiene que aprender a ser realmente catòlico.
Pues es la iglesia que realmen te viene de Dios
RUEGO POR TÌ Y TU CONVERSIÒN, PARA QUE NO SIGAS ENFERMANDO LAS MENTES DE PERSONAS FRÀGILES EN LA FE, COMO LO HIZO LUETRO.
QUISE DECIR . COMO LO HIZO LUTERO.
SE VE QUE NO SABES NADA DEL SACERDOCIO EN LA IGLESIA CATÒLICA. ME DOY CUENTA CUANDO AFIRMAS QUE LA IGLESIA PROHIBIÒ A SUS SACERDOTES CASARSE PARA QUEDARSE CON TODA LA PLATA, QUE IGNORANTE EERES EN ESE ASPECTO.
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