domingo, abril 24, 2005

Latinoamérica se desilusiona con Ratzinger

Quisiera escribir menos de este Papa, pero es imposible y pido su comprensión, pero no aparece todos los días un fascista diciendo hablar en nombre de Dios. A menos que esté en un psiquiátrico, o a menos que la Iglesia Católica se halla convertido en uno. Ahora, dos articulistas reconocidos, uno de Alternet y otro de Newsweek concuerdan en el mismo punto: América Latina deseaba un Papa suyo, y éste en general, no le agrada por estar lejos de su realidad.

El primer artículo, de Alternet, se centra en la gran división de los latinos con Roma en temas como el derecho al aborto legal, el uso de anticonceptivos y mezclar religión con política.

"Clamoring for attention from a world distracted by war and terrorism, Latin Americans were hoping for a pope from their region where, by some accounts, 65 percent of the world's Catholics live.It is also where anti-choice laws cause millions of unsafe, illegal abortions each year and where a popular repudiation of the church's stance on abortion and birth control is taking place..."

Expone como actualmente hay roces entre la iglesia y los gobiernos de Argentina y Brasil por el ampliar el derecho al aborto de las mujeres. Y muestra una interesante encuesta sobre la actitud de los fieles sobre el aborto en la región.

Por otro lado Newsweek dedica su última edición a exponer un interesante y bien hecho perfil de Joseph Ratzinger. Explica como su ponficado puede dividir aún más a la iglesia en Estados Unidos, y por qué su elección desilusionó a muchos en América Latina.

"... News of Ratzinger’s selection failed to trigger any massive outpouring of jubilation on the streets of major Latin American cities. (On the day of his election, journalists at one point outnumbered the faithful on the steps of Mexico City’s 16th-century metropolitan cathedral.)

... Given his advanced age and history of health problems, the reign of Benedict XVI is expected to be short-lived, and continuity will surely be the order of the day. That will be good news for right-wing orders like Opus Dei and the Legion of Christ that acquired significant clout and prominence under John Paul II. But it doesn’t bode well for the Latin American church overall: plagued by acute shortages of priests in some countries and the relentless rise of evangelical movements among the region’s poor, the hierarchy will be hard pressed to regain the confidence of younger Catholics who practice birth control, file for divorce and otherwise flout the edicts of an iron pope at the helm. “We’ve been detecting a slow, quiet but systematic drift towards other religious options, and that will continue,” says Masferrer. That will do little to bolster the prospects of a Latin American successor to Benedict XVI, no matter how many like-minded prelates from the region he may elevate to the college of cardinals during his papacy."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Por favor, Usted opina por toda Latinoamerica pero le aseguro que la opinion que Ud. expone es solo la de algunos y no tantos. Conozco muchas personas que tienen mucho respeto por el nuevo Papa ya que saben que alguien como èl era necesario en estos momentos donde se atacan instituciones como la familia. No, no estamos desilusionados, todo lo contrario, estamos esperanzados en poder seguir defendiendo con la guia del Santo Padre a la familia y a cada latinoamericano al que se le vende lo que no es como "derechos".

Citius64 dijo...

México perdió 10% de su feligresía católica en sólo 30 años. Brasil no está mucho mejor. Los argentinos prefieren ver al psicólogo que al cura... y así podemos seguir. La jerarquía se ha alejado de sus fieles, tomando decisiones muy malas como el meterse llanamente en su vida sexual, y la gente ya no está permitiendo esó, que siente permanece entre ella y Dios. Y si habla del derecho a casarse, es un derecho humano, el n° 16 de la declaración universal de derechos humanos, que dice que todos tienen derecho a casarse CIVILMENTE con quien deseen. No mezclemos temas. Una cosa es Dios, y otra el César, como bien dijo Jesús.