Raúl Amón, el bloguero en Roma de
El Mundo, tiene una gran lucidez y un saludable sentido del humor. El propone esta encuesta entre los miles que fueron a formarse para ir a ver los restos de Juan Pablo II:
"Sería interesante realizar una encuesta entre los centenares de miles de pesonas que se concentran en el Vaticano para saber si el grado de conmoción a la muerte del Papa coincide con el grado de obediencia a su doctrina. Yo la he hecho, pero a escala tan pequeña que no pueden establecerse conclusiones. Si valen, en cambio, las preguntas. Un decálogo con interrogantes.
¿Ha tenido usted relaciones sexuales antes del matrimonio? ¿Ha utilizado métodos anticonceptivos? ¿Considera la homosexualidad una desviación que, además, debe vivirse en silencio y abstinencia? ¿Está de acuerdo con que los divorciados no puedan comulgar? ¿Cree que la mujer está discriminada en el seno de la Iglesia? ¿Piensa que no debe investigarse en ningún modo con células de embriones humanos? ¿Le parece razonable que siga vigente el dogma de la infalibilidad pontificia? ¿Considera que el matrimonio es la única célula respetable de convivencia conyugal? ¿Piensa que prohibir el preservativo en África multiplica el progreso demográfico en zonas de hambruna y constituye una medida de difusión del sida? ¿Es el aborto un crimen? Reflexión final con la firma del cardenal brasileño Humes (papable): "La Iglesia no puede dar respuestas antiguas a cuestiones nuevas."
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