"... En la segunda mitad del siglo XX, la Iglesia católica sufrió una vasta pérdida de fieles en Estados Unidos, Europa Occidental y Latinoamérica, en buena parte porque muchos católicos se rehusaron a observar sus enseñanzas sobre anticoncepción o se sintieron agredidos por otros aspectos del catolicismo vaticano, demasiado conservador y fuera de contacto con las realidades del mundo.
Muchos simplemente se alejan de la Iglesia. Otros se adhieren a denominaciones protestantes (que el Vaticano llama "sectas extáticas"), principalmente a la Pentecostal, en las que piensan que pueden encontrar más libertad y participación religiosa. Esto ocurre principalmente en México, en Centro y Sudamérica y hasta en Africa. Por eso, Juan Pablo II ha hecho un gran esfuerzo personal para extender allí la presencia de la Iglesia católica.
Cada vez hay menos sacerdotes, menos monjas y menos vocaciones. En mayo de 1994, Juan Pablo dijo: "Es sorprendente verificar que la mayor escasez de sacerdotes se da precisamente en América Latina, el continente con el más alto porcentaje de católicos, en proporción con su población total, y con el mayor número de católicos en el mundo".
Lo que el papa enfrenta, en el umbral del tercer milenio de la Iglesia, es una revuelta en las filas de la Iglesia, que espera vencer con su "nueva evangelización", sin abandonar ningún principio ni ninguna posición doctrinal. Pero, si la revuelta se extiende, puede dejar detrás, al fin de su pontificado, una Iglesia muy reducida, aunque, a gusto del papa, más sólida, muy militante y plenamente obediente: prefiere las pérdidas a los compromisos...
Bajo el pontificado de Juan Pablo II, la Iglesia ha perdido mucho en números, influencia y prestigio, a pesar de la popularidad personal del papa. El misticismo de Juan Pablo se ha acentuado. Lo aplica a su propio sufrimiento y a las causas morales que defiende y que se concentran en la castidad. Insiste en el celibato sacerdotal, otra de las grandes controversias de la Iglesia, que se intensificó con el descubrimiento de la paidofilia sacerdotal a gran escala.
Los prelados liberales latinoamericanos no son populares en Roma, incluidos los cardenales. Al cardenal Evaristo Arns, de Sao Paulo, Brasil, que abogó por la oposición a las torturas de los regímenes militares y por las CEB, le dividieron su diócesis en cinco y sólo le dejaron una quinta parte. El mismo Pironio fue removido de la Congregación de Institutos Religiosos. La teología de la liberación sigue en la lista negra del Vaticano, aun después de haberse desligado del marxismo. Es grande el desaliento de los intelectuales católicos. En la última década, los obispos y los cardenales que han sido nombrados en Latinoamérica, como en Europa y en Estados Unidos, son invariablemente conservadores y casi siempre favorables al Opus Dei.
Juan Pablo le prestó gran atención a América Latina, hizo diez viajes al continente y visitó todos sus países, excepto Cuba. En todas partes predicó su nueva evangelización y en todas partes fue recibido con gran entusiasmo popular. Pero en ninguna parte hay signos de que haya detenido o revertido las tendencias al abandono de la Iglesia y al avance de las denominaciones protestantes.
El hecho dramatiza la contradicción entre la popularidad personal del papa y el rechazo a sus enseñanzas y a la doctrina de la Iglesia en muchos temas que hieren a millones en América Latina. Y ahonda el abismo que existe entre la jerarquía católica y el catolicismo latinoamericano. El balance de este pontificado es sombrío. Juan Pablo II es hombre y obispo de principios a tal grado, que no alteraría en nada su política para reconquistar las pérdidas de la Iglesia.
Esto plantea el problema del carácter y de la naturaleza de la Iglesia que Juan Pablo II deja para iniciar el nuevo siglo y el tercer milenio. Dice Szulc, en palabras de una fuente anónima del Vaticano, "de alto rango y devota de Juan Pablo": "En los próximos cinco años va a haber mucha tensión en la Iglesia, porque afecta muchos aspectos de su vida, y creo que las tensiones irán creciendo constantemente. Preveo que América Latina será un constante problema. Algunos alrededor del papa piensan que, aunque la Iglesia disminuya en grandes cantidades, todo estará bien mientras seamos y permanezcamos fieles. Está bien que la Iglesia de Estados Unidos, por ejemplo, se reduzca de 59 millones de católicos a 15 millones de católicos fieles...."
3 comentarios:
hay que elegir mejor las fuentes, o en todo caso leerlas antes de hacer un copy and paste:
"Juan Pablo le prestó gran atención a América Latina, hizo diez viajes al continente y visitó todos sus países, excepto Cuba."
La realidad dice otra cosa:
http://www.el-mundo.es/especiales/elpapaencuba/viaje.html
Es más, el mismo Fidel ha estado en el velorio.
Saluditos
La fuente está bien, el error es mío: no aclaré que el texto es de 1995.
Gracias Jesús.
Pues sí, por el tiempo verbal parece que fuera de estos días:
"El semanario de noticias mexicano Proceso PRESENTA un especial sobre Juan Pablo II."
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